Los contenidos de la educación
son tema de debate permanente en las sociedades de todos los países. ¿Qué se debe
enseñar? ¿Qué es lo prioritario y para qué? ¿Qué deben aprender los niños y
jóvenes mexicanos para enfrentar con éxito los retos del siglo XXI?
Todas éstas son preguntas que
admiten distintas respuestas.La filosofía que orienta al sistema educativo nacional
se encuentra
Expresada en el Artículo 3º de
la Carta Magna. La Constitución establece que
la educación es un derecho de los mexicanos que debe tender al desarrollo
armónico de los seres humanos, esta perspectiva humanista, habla que la educación tiene la finalidad de realizar
las facultades y el potencial de las personas para que éstas, a su vez, se encuentren
en condiciones de participar activa y responsablemente en las grandes tareas
que nos conciernen como sociedad.
Por ello, el planteamiento
curricular hade dar lugar a la mirada crítica e histórica en la que hay que
formar a los educandos. Hot en día se hoy experimenta veloces y continuas
transformaciones cuyo centro se ubica en la generación de conocimiento.
La educación nunca ha sido una
simple transmisión-adquisición de conocimientos, ya que involucra el cultivo de
diversos tipos de inteligencia, del razonamiento lógico, el mundo de las emociones,
el desarrollo del carácter, y de todas las facultades y dimensiones del
educando.
En la sociedad del
conocimiento, la educación enfrenta retos nuevos y altamente desafiantes en
relación con la enorme cantidad de información al alcance: garantizar el acceso
sin exclusiones, aprender a enseñar y discernir sobre aquello que es relevante
y pertinente, saber evaluarla, clasificarla e interpretarla, y usarla con
responsabilidad. Junto con lo anterior, el procesamiento individual de la
información exige el desarrollo de funciones cognitivas superiores, como el
planteamiento y la resolución de problemas, el pensamiento crítico y la
creatividad.
De la misma forma la política
educativa no debe ser ajena a los avances de la investigación respecto a cómo
ocurre el aprendizaje. No obstante, existe una gran brecha entre la
investigación y la práctica
Las teorías del aprendizaje no
se traducen en recetas unívocas para el salón de clases, pero sí permiten
plantear pautas que orienten a los docentes en la planeación e implementación
del currículo.
La selección de los contenidos
básicos que integran el currículo nacional debe ser resultado de una visión
multidisciplinaria en la que participen docentes, investigadores y
especialistas en didáctica. También debe tener como base el diálogo sobre lo
deseable y lo posible, aquello fundamental que debe ser común y el aliento a la
mejora de la calidad.
De igual manera Los procesos
cognitivos son necesarios para que ocurra el aprendizaje no están desvinculados
de los ambientes que los propician.
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