Hace décadas, el sistema
educativo se ha organizado en torno a la idea de que las escuelas son
responsables de la “administración escolar”.Así mismo a lo largo del
tiempo, el enfoque administrativo de la organización escolar ha producido
dinámicas indeseables como la subordinación de lo académico, la
burocratización, la superposición de tareas, la ineficiencia, la pérdida de
tiempo y de sentido, a la par de frustración personal y colectiva en las
comunidades escolares.
Este modelo educativo propone como uno de los elementos centrales de
la transformación educativa en el siglo xxi poner a la escuela en el centro del
sistema educativo el enfoque administrativo es
una visión estandarizada de la gestión que, independientemente de las
circunstancias, contextos y particularidades, supone que los mismos principios
y lineamientos permiten a todas las organizaciones escolares trabajar de forma
efectiva y eficiente.
El objetivo de este enfoque es sentar las bases para construir centros escolares que fomenten el trabajo colaborativo y colegiado, el aprendizaje entre pares y la innovación. De igual manera impulsar la planeación estratégica y la evaluación para la mejora continua, así como el uso efectivo del tiempo en las aulas y la creación de ambientes adecuados para el aprendizaje. Por último busca fortalecer las prácticas docentes flexibles, la participación social responsable y la rendición de cuentas.
Esta nueva organización plantea habilitar y facultar gradualmente a las escuelas para que, bajo el liderazgo del director, se logre la participación de toda la comunidad educativa en la toma de decisiones de organización interna y de contextualización curricular, así como en el uso de los recursos financieros conforme a las necesidades específicas de cada plantel y con efectos verificables en la mejora del servicio educativo.
El apoyo de esta gestión
escolar sirve para la mejora de la práctica docente y su profesionalización es
un elemento esencial del nuevo planteamiento.
Otro recurso esencial para el
aprendizaje son los materiales educativos. La comunidad escolar requiere contar
con libros y materiales didácticos suficientes para el número de alumnos que
atiende en diferentes formatos. Así mismo se debe procurar que, en la medida de
lo posible, la comunidad escolar cuente tanto con materiales educativos afines
a la diversidad de estilos y necesidades de aprendizaje, como específicos para
los estudiantes con alguna discapacidad.
Este modelo educativo, tanto para la Educación Básica como para la Media Superior, también debe considerar el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), no sólo con el fin de desarrollar la destreza técnica que implica su manejo con solvencia, sino sobre todo para su utilización con fines educativos
De igual manera La
infraestructura y el equipamiento escolar están vinculados con la construcción
de ambientes propicios para el aprendizaje. Por ello, las escuelas deben hacer
todo lo posible por disponer de espacios adecuados para la promoción de un
aprendizaje activo y colaborativo de alumnos y docentes, así como para la
realización de actividades físicas y artísticas.
Un problema que aqueja a las
escuelas, a los supervisores y otras autoridades desde hace décadas
es la falta de claridad en las reglas que norman su actuación. Esto obedece a
que no siempre ha sido claro el alcance de las capacidades administrativas de
los diversos actores en el sistema educativo
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